Pues si, aunque parezca mentira, la ciencia ha hablado y ha descubierto que realmente existe un gen del aventurero o viajero. Se trata de un gen receptor de dopamina, y uno de cada cinco personas lo tiene. Está relacionado con la búsqueda de la novedad y de las actividades peligrosas o que despiertan inquietud. Somos personas, y digo somos porque yo creo que lo tengo, que estamos motivadas por actividades sociales e intelectuales relacionadas con los viajes, además, se ha estudiado que incluso poseer ese gen te puede alargar la vida.
Realmente sí existe un gen del viajero, y una de cada cinco personas lo tiene. Click Para TwittearViajar es siempre una experiencia vital y enriquecedora que nos saca de la rutina, que nos hace ser más inteligentes porque nos fortalece el cerebro, más concretamente el encéfalo. Experimentar nuevas vivencias, conocer otros idiomas y culturas aumenta las conexiones neuronales y su plasticidad, lo que significa una protección frente al envejecimiento, en cambio, situaciones de estrés debilitan las redes neuronales. Así que, ya sabes, viajar y vivir experiencias novedosas y estimulantes, nos hacen tener una esperanza de vida mayor, ya que activa y favorece la vitalidad.
Una investigación francesa afirmó, que aquellos que vivían una experiencia multicultural continuada, aumentaba considerablemente la creatividad y disminuía el riesgo de mortalidad prematura, porque las actividades sociales favorecían el ejercicio físico.
Por otro lado, aunque yo lo sabíamos, los estudios estadounidenses nos continúan afirmando que viajando somos más felices que adquiriendo cosas materiales. “Las compras nos hacen felices al principio, pero rápidamente nos adaptamos a ellas y ya no causan tanto gozo” señala el profesor de psicología Thomas Gilovich.
La gente obtiene una felicidad mucho más duradera de sus experiencias que de sus posesiones, las cosas dan una alegría más efímera.
Además de disfrutar de un viaje, conseguimos alargar nuestra vida. Click Para TwittearEn resumen, las experiencias que se viven son las que dan la verdadera felicidad y si es durante un viaje, la felicidad es mucho mayor porque además del placer de viajar, alargamos la vida y aumentamos la creatividad.
Marta.
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